Regularmente en nuestra cabeza pensamos que el emprender es el camino fácil, donde vas a trabajar menos y vas a ganar más; diversos estudios, coaches y mismos empresarios te pueden desmentir esa idea. “Es el objetivo” sin embargo no al inicio.
Empezar, bien dicen “es picar piedra” pero no te preocupes, la mayoría inició igual, todas las empresas siguen el mismo proceso, lo malo está cuando te quieres saltar las etapas.
Haz una analogía con la vida y los bebés… “qué mejor que ya nacieran de 22 años y con titulo universitario, así sería más fácil, te evitarías todo el gasto y el hijo ya estaría listo para “producir” ¡Qué sencillo sería, ¿no?
Sin embargo, el hecho de vivir todas las etapas, son las que te darán las fuerzas y la maduración para seguir; serán esos desvelos, esa presión, ese estrés el que te hará salir de la zona de confort, el que te hará crear, hacer cosas diferentes, probar y validar tu modelo de negocio.
Recuerda… ¡Si fuera fácil, todos ya lo estarían haciendo!