¿Recuerdas aquel día en que empezaste tu negocio? ¿Qué sentías? ¿Qué pasaba por tu mente? ¿Estabas nervioso?
Al fin estabas en ese instante, donde todo estaba materializado y donde aquel sueño que imaginaste tiempo atrás se convirtió en realidad.
Cabe recalcar que todo inicia con un sueño y es éste el motor que te hace moverte para llevarlo a cabo, es importante señalar que durante el trayecto del sueño a la realidad, tienes que atravesar diversos senderos, retos, miedos y al final enfrentarte contra ti mismo. Enfrentarte a la barrera de la justificación, de la espera y sobre todo del esquema mental que te está atiborrando todo el día con su voz en tu cabeza diciéndote “no lo lograrás, ¿para qué lo haces?, no tiene caso, mejor busca algo seguro.
Si estás leyendo esto y comenzaste tu negocio… ¡Felicidades! Ya eres un vencedor, ahora te toca seguir arduamente día a día, con toda la pasión e ímpetu para que tu sueño sea cada vez más grande.
No estás solo…