Hola,
¿Cómo estás?
Tengo años observándote y decidí escribirte este POST. He estado siguiendo tus pasos durante estos años y he visto desde la lejanía que se te han olvidado varias cosas en este tiempo que ha pasado.
Antes, lograba observar tus ganas, tu pasión, tu deseo de hacer las cosas y sobresalir, cosas que ya no veo en los últimos meses; ahora solo veo estrés, dolor de cabeza, molestias, insomnio y preocupación.
Quiero preguntarte ¿qué pasó?
En qué momento perdiste las ganas, en qué momento la pasión se convirtió en una carga, ¿cuál fue el día en que dejaste de llegar la oficina feliz? ¿Por qué cambiaste?
YA YA… seguro me contestarás que ha sido el crecimiento y que cada día estás más ocupado, ¡seguro! lo creo; porque lo veo, pero, ¿por qué antes no era así?
Sí sí sí.. también sé que me dirás cosas de los negocios, que tu responsabilidad ha incrementado, que dependen más personas de ti y te creo, porque también lo veo, pero mi pregunta aquí es: ¿Y para qué?
¿Por qué te perdiste? ¿En qué momento te dijeron que el crecer era dejar de disfrutar? ¿Dónde quedó la pasión, la ilusión y el deseo? ¿En que junta se esfumó todo eso?
Si te recuerdo, el inicio fue más difícil que ahora tu etapa de crecimiento, antes pocas personas conocían tu trabajo, tenías que tocar puertas para buscar oportunidades, pocos creían en ti… apenas y llegabas al mes con unos pesos. ¿Acaso en todo este camino fuiste perdiéndolo todo?
¿Te ha costado tanto? ¿Quién te dijo que era fácil?
Y no, no me refiero a que todo en esta vida tenga que costar trabajo o sacrificio, como hemos estado acostumbrados a que nos lo digan y nos lo repitan hasta el cansancio. Me refiero a ti en lo personal, si antes era difícil y lo disfrutabas, por qué ahora que es más difícil, ¿no lo disfrutas más?
Se supone que todo debería de ser directamente proporcional, pero bueno, bien lo escribo “se supone” porque solo en la realidad, tú eres el que decide cómo ver y vivir cada día.
También debo de compartirte que te he visto en esos momentos difíciles, donde has querido tirar la toalla, pero es aquí donde te voy a empezar a compartir puntos de vista externos, aquellos momentos en que la querías tirar, sé de corazón que no lo decías enserio, porque si no, no te estaría escribiendo este mail; ¡Ya ni si quiera te estaría observando!
Recuerda, en los momentos complicados, donde querías tirar todo a la borda, no estabas siendo tú, tan solo estabas cansado, es válido tomar un respiro y descansar; interprétalo como los nadadores, por más oxigeno que puedan tomar para nadar, va a llegar un momento en que ya no puedan más y tendrán que salir a respirar, lo mismo pasa contigo, no te quieras ahogar tú solo; es momento de salir y respirar.
Si estás cansado, aprende a descansar y empezarás a ver todo de nuevo con claridad. Acepta tomar un respiro, ¡te lo mereces! y así también verás, que no pasa nada.
Ha llegado el momento en que regreses nuevamente a ti, que vuelva la pasión, el deseo y la ilusión; de hecho, ahora con más fuerza. ¡Ya haz ido avanzado en este camino! Eres un sobreviviente del canibalismo empresarial, no lo eches a perder ¿ok?.
Hoy, te ves con más estrés y presiones posiblemente, pero también te ves más fuerte y con mayor seguridad, tomas mejores decisiones, se nota que has aprendido y que el miedo ahora es tu mejor amigo. ¡Sigue así, pero no desertes! La vida no es lineal y sobre todo el tiempo no existe, o ¿vas a negar que estos 5 años no han pasado volando?
Si es así, es momento de que regreses a tu esencia, que vuelvas a creer en ti, para que puedas crear esas cosas maravillosas que ahora con tu equipo saben hacer.
Es momento de inspirar y que compartas con las personas que ¡sí se puede! y que no se trata de hacerlo bien o mal, porque eso es solo social, sino se trata de hacer, esa es la gran diferencia entre tú y los demás; y como extra… te comparto, ese es el verdadero secreto de la vida “HACER LAS COSAS”
Sigue como vas, vas por buen camino, pero es momento de recordar lo aprendido y de que lo tomes como tuyo, porque te pertenece, solo tú y yo sabemos lo que has vivido y solo tú y yo sabemos que no vas ni a la mitad del camino.
De una vez te confieso mi compromiso de seguirte observando por los siguientes 5 años, y espero que mi siguiente POST sean tan solo un texto sencillo que diga: ¡Bien hecho, has disfrutado el camino!
Atte:
Tu yo del presente, para ti del presente.
